domingo, 18 de septiembre de 2011

Viendo pasar la vida

Cada día que pasa, anochece antes, amanece mas tarde y va haciendo mas frío. Poco a poco van entrado los días nublados, esos en los que no hace sol y en los que cae algún que otro chaparrón, se acabaron los días en los que dormías hasta las 11 de la mañana, los días en los que te pasabas las horas enfrente del ordenador, las tardes aquellas en las que todas y cada una de ellas quedabas todo los días, en el mismo sitio y a la misma hora, se acabaron las piscinas, el olor a crema, el bullicio de la gente en las playas, se acabaron las chanclas, los tirantes y la manga corta, se acabo todo; y todo eso porque se acaba el verano. Tengo una pena muy grande porque el tiempo pasa muy rápido y no nos da tiempo a disfrutar de nada, porque todos los días me acuerdo de mi segunda casa: la costa del sol. De pensar que hace dos semanas a estas horas estaba en la playa bañandome y tomando el sol me entran unas ganas de gritar y llorar increíbles. Lo siento pero soy una de esas chicas que odia el invierno, el frío, el anochecer antes, los días nublados, y los madrugones; lo odio. Me encanta el verano, el sol la arena, la playa, el bullicio de la gente en un bar o en un chiringuito al mediodía, salir por al noche a la luz de la luna y pasear por el paseo marítimo; me encanta quedarme hasta las 9 y media en la playa, cuando ya todo el mundo se sube para sus casa y me quedo allí sola, me encanta. Y de pensar que ya eso se esta acabando me entra una pena y una melancolia muy grande pero como dice aquel la vida son dos dias y hay que disfrutarla al maximo, con lo bueno y con lo malo, con inviernos y con veranos, porque sinceramente nadie sabe cuando va a acabar todo esto.  

No hay comentarios:

Publicar un comentario