martes, 19 de agosto de 2014

"No hay peor enfermedad contra la que luchar que el paso del tiempo."

Todavía me acuerdo de la despedida del año pasado, más que nada porque todas las despedidas se me quedan grabadas, del verano que pase, donde fui, que hice, a quien conocí, todavía me acuerdo cuando os escribí esa carta diciéndoos "tacharé todos los días del calendario hasta volver a veros"

Entrada del 4 de septiembre del 2013.

 He vuelto y en cuanto he leído mis dos primeras entradas, me quedado más rota de lo que estoy. Hace casi un año que publiqué esa entrada, donde desatando mi ira escribí todo lo que pone, rota por el hecho de haber vuelto y me ha dado como una especie de stock al ver que estoy en las mismas circunstancias del año pasado, que todo ha vuelto a pasar: la cuenta atrás, las vacaciones, el verano en general, mi verano y que decir si nada mas con ver lo mal que estoy describiéndolo todo se nota que no estoy sembrá. En esa entrada digo que no sé cuando he tachado esos días porque han pasado bastante rápidos la verdad pero… y que os digo ahora… si ni tiempo me ha dado a decir lo nerviosa que estaba porque quedaban dos días para irme, ni que en febrero volví por mi cumple, que por cierto fue el mejor regalo que me hicieron. De verdad que tengo tanto vacío en el cuerpo que no me salen las palabras para contarlo. Otro año más se acabó, los mejores quince días de todos mis años terminaron, otro verano más que ha sido increíble y que año a año se va superando. Comienza la operación "tachando días para veros" la vuelta al cole, el frío, las clases... Si mi corazón estuviese expuesto para que todo el que me vea lo viese a él también, verían grabadas a prueba de fuego todas y cada una de las despedidas, y se vería el dolor con el que están grabadas, cada año me cuesta más separarme de vosotros porque cada año que pasa sois más increíbles. Todavía me acuerdo de cuando mi madre me dio la sorpresa de ir allí y de que los vería por mi cumple, no daba crédito... y de cuando me entere que a lo mejor este verano no podíamos irnos de vacaciones por temas de trabajo; me pase el día llorando y ahora... ya he vuelto... ya se acabo todo hasta el verano o un poco antes. De verdad que me den una máquina para frenar el tiempo cuando este allí porque yo que no es normal es que vuelva a mi casa y me sienta como si no me hubiese ido, yo no nací para asimilar estas cosas y creo que no hay peor enfermedad contra la que luchar que el paso del tiempo, sobre todo cuando uno quiere pararlo.