domingo, 6 de octubre de 2013

Era una tarde de verano, anochecía en la ciudad.

Salgo a la calle en tu busca, nunca te encuentro y es tan extraño. Me jode tanto que me doy asco a mi misma, necesito verte, al menos verte, de lejos, de cerca, aun que ni me saludes, que mas da, se que al verte llorare, arrepentida, por aquel fallo que cometí y me consolara verte, me calmara esta rabia que siento en mi interior, me calmara este llanto. Pocos saben de verdad lo que es salir a la calle en busca de tu consuelo, en busca tuya, y no encontrarte, siempre que paso por esa zona voy con la esperanza de encontrarme contigo algún día, es como ir por una montaña sin protección pues igual aquí, salgo a la calle perdida, sin nadie que me pueda controlar estas ansias vivas de verte, sin ningún consuelo, consumida en mi propia rabia por que no lo hicimos bien, pero la que lo jodió todo fui yo, y créeme que eso duele mas que cuando la persona que esta a tu lado le pone fin. Nunca me había sentido así y no es la primera vez que yo le pongo fin a la situación, el caso es que fue en caliente no medite las cosas ni me espere a pensar por que estaba desesperada por una reacción y una respuesta, pero no, no reaccionaste, te quedaste ahí, preferiste lo fácil, y no te culpo, porque conmigo nada es fácil, y yo me quede vacía, esperando la respuesta que quería, aquella que me plantee. No pensé que haciendo ese tipo de pregunta podría perder y que perdería mucho, solo pensé que las cosas iban a salir como yo quería, pero no, no fue así, ni cuenta me di, y cuando paso dije ¿y ahora que? ¿que hago yo? y si te digo que llevo haciéndome esa pregunta todos los días desde aquel momento, que llevo tres meses buscando una respuesta no te lo creerías. No entiendo como algo tan corto, tan poco duradero, puede doler tanto y marcar tanto, y estoy segura que en este juego de dos, tu habrás perdido, pero la que mas a perdido he sido yo, lose, y lo tengo que admitir, y fíjate si es tan irónica la vida que antes morías por mi, porque te hablase, porque estuviese contigo, porque pasaras la tarde conmigo y ahora la que muere por todo eso, y por mucho mas soy yo, y ya puestos cuando me hables o me veas por la calle me gustaría preguntarte una cosa si me das tu permiso; ¿tienes ya la respuesta esa que te pedí el día 21 de julio, domingo a las 8 de la tarde? ¿esa que me dijiste que me ibas a dar? por que yo todavía la estoy esperando.