Tocada y hundida.

Estamos a 19 de enero y solo quedan 9 días; 9 días para que haga un mes que te fuistes. En este largo tiempo ha sido muy duro los días sin ti. Hay veces que no puedo pasar ni por tu puerta, y si paso siempre se me escapa una lágrima. Sabes que soy muy frágil y débil, que aparento ser una niña muy dura y luego soy la más sensible. Se que no debería ser así, tan blanda, pero las situaciones me superan. En mi casa esta todo muy bien, la verdad es que pocas cosas han cambiado, solo una, cada vez que mi padre me regaña, se le saltan las lágrimas y no se el porque, supongo que será porque se acuerda mucho de ti. Pensé que superar tu pérdida iba a ser un poco más fácil, pero no. Cada cosa que oigo, que veo, que escucho, hace que me hunda y me ponga a llorar. Las noches son muy largas, tristes, melancólicas, solo porque son las 20:28 y aun no me creo que no estés aquí, como todas las tardes, sentada en el tercer asiento del sofá, viendo la tele, en mi casa y diciéndome que haga los deberes; aun no me creo que sea verdad que tu voz se ha apagado. ¿Es muy duro vivir sin ti sabes? sin tu pequeñas manías de apagar las luces, de comer a escondidas; es muy duro. Pero ¿sabes que? que aunque halla noches que llore, no lloro solo porque te eche de menos sino porque se que estás ahí, cuidándome, protegiéndome, siendo mi ángel de la guarda y guiándome y noto como te sientas en mi cama; la primera vez me asusté pero desde aquel día, no me asusto, solo me río y pienso en lo feliz que volvemos a ser juntas, tu en mi cama y yo en la mía. De tu nieta, amparo:)