Hoy recordé, aquellos tiempos, aquellos días en los que las hormiguitas andorreaban por el suelo, ese suelo verde, al que a mi no me gustaba pisar con manoletinas, porque entonces las hormigas me invadían. En aquel tiempo de verano, no me gustaba bajar allí por eso, por las hormiguitas y los abejorros, por el bullicio de la gente a partir de las 6 y media de la tarde, por lo lejos que quedaba; por la calor... Pero hoy comprendí que, cuando bajaba allí y me sentaba en aquel columpio redondito, y me tumbaba hacia atrás con mis dos mejores amigas; sentía felicidad, si felicidad porque mirabas al cielo escuchando tu música favorita y no había cosa mas bonita que esa. Te sentías muy bien como si estuvieses en tu casa; mejor que en tu casa porque estaba rodeada de dos personas a las que quiero mucho; solo por eso. Y pensar, hoy en día, que al principio no me gustaba nada bajar allí, y tiene gracias porque; quien me iba a decir a mi que al año siguiente me iba a encantar y que, un tal mes de noviembre lo iba a echar tanto de menos que, muero por volver a recordar ese lugar, esos momentos :)
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